Days of heaven, postales de Malick

Days of heaven
Days of heaven

Hace ya unos meses, a raíz del estreno de «Tree of life«, comenté por aquí mi ignorancia sobre la obra de su director Terrence Malick. Fui criticado, abucheado, menospreciado y linchado, por no conocer a semejante referente de la cultura cinematográfica más refinada. No pude por menos que tratar de informarme sobre el desconocido fenómeno. El resultado fue, que lo que me había perdido era media docena escasa de películas, repartidas irregularmente por toda una vida.

Por pura carambola, ahora se me presentó la oportunidad de ver una de sus primeras y más premiadas obras, «Days of heaven» (1978). Evidentemente, es muy poco material para pronunciarse sobre la obra de cualquier director, por escasa que ésta sea, pero sí suficiente como para vislumbrar un estilo y unas ideas sobre su cine, que él mismo deja bastante claras.

Tanto en una como en la otra (con treinta años prácticamente en blanco de por medio), predomina claramente el aspecto visual sobre el narrativo. En ambas el director se vuelca en una escenografía brillante, en detrimento de un guión francamente simple.

Una trabajada fotografía demasiado efectista
Una trabajada fotografía demasiado efectista

Parece obstinado en priorizar la grandeza de la naturaleza sobre cualquier otro contenido, para lo cual trata de fotografiarla con el mayor protagonismo que se le ocurre. En «Days of heaven«, a través de un estilo realista, con luces naturales, con la pintura de Edward Hopper como descarado referente –cómo no–, y con un trabajo ímprobo de Néstor Almendros en la cámara, que le supuso un Oscar a su esfuerzo.

Pero, suele resultar, que cuando la balanza se inclina tan descaradamente hacia uno de los componentes del cine, los otros, indefectiblemente, quedan descompensados. Así, y aun basándose en una historia en plena depresión –que siempre vende bien–, y en un rollo amoroso poco ético –que aún vende mejor–, el film aburre.

Como no, Hopper forever
Como no, Hopper forever

El peso primordial de la fotografía, acaba siendo un recurso excesivo, que desequilibra el conjunto. El mimo con el que es ejecutada, solo consigue hacerla francamente empalagosa, y lo que se debería suponer como un retrato poderoso de la naturaleza, acaba siendo una postal ñoña –muy profesional, pero muy postal y muy ñoña–. Y sigo pensando que el cine es un conjunto de disciplinas, que deben estar perfectamente conjuntadas, unas en servicio de las otras, y todas en servicio de la obra final. El cargar las tintas en cualquiera de ellas acaba,… como acaba.

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4 respuestas a “Days of heaven, postales de Malick

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  1. Pero madre mía que cosas diceees, cómo se te ocurre jajaja
    Que nada, yo esta justamente no la vi. Las otras me han gustado mucho. Pero no por eso te voy a abuchear (buuu ;) ) total es más en lo que coincidimos que en lo que no (y mirá que eso ya es una sorpresa jajaja).

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  2. Sus articulos hacía Mallick, son mis preferidos (todavía recuerdo la viñeta con la leyenda: Fin del anuncio de desodorantes). Hace notar detalles que la mayoría de las criticas no.

    Recuerdo una entrevista a Christopher Plummer, donde señalaba que Terrence, omitía arbitrariamente escenas en sus películas, escenas donde los actores sentían que habían destacado más.

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