Hacía tiempo que había dejado en el olvido a uno de los iconos de la Historia americana, uno de esos mitos que forjan el espíritu de un pueblo, que constituyen el orgullo de una nación, y que fijan sus señas de identidad frente al resto del mundo. Me refiero, claro está, a Steven Spielberg.
Ahora, vuelvo a ver que se estrena su trabajo, “Lincoln”, dedicado a otro de esos personajes, –al parecer bastante popular por allí–, de esos que su principal misión es rellenar las páginas de los libros de texto en las escuelas. Y es que este señor Lincoln, junto con otros ilustres como el general Custer, Batman, Steve Job, Vito Corleone, Marilyn Monroe, el propio Spielberg, o el gran Homer Simpson, (eso sí, más populares que el protagonista de esta aventura), contribuyen a que la galería de figuras célebres del país norteamericano se proyecte universalmente.
El film se apoya en las leyendas sobre una guerra que hubo por allí (creo que la única, de momento), en la que unos estados que vivían como dios, no querían repartir con los que no vivían como dios. Pero, como estas razones quedaban feas de contar, se montaron una novela medio humanista a costa de los negros, que el cuento de la abolición de la esclavitud quedaba cojonudamente. Y el tal Lincoln, –que iba de progre, y debía ser el jefe–, a base de argucias, lo ganó todo. Lo mismo que ahora, por cierto.
Para mi gusto, a Spielberg, esta película le queda bastante bonita de colores y con bastante imaginación, pero mucho más aburrida que otras. Donde estén las de Indiana Jones,–por citar un personaje parecido–, las de investigación, como la serie de Parque Jurásico, o las fantasiosas ET o La lista de Schindler (el alemán de los ascensores, para entendernos), por citar solo algunos de sus spots, que se quiten estos muermos, que hablan mucho y al final resultan cansinos.
Yo creo que será un fracaso estrenarla fuera de los Estados Unidos, donde la gente no conoce al tío este de la barba, porque no lo explican en los colegios extranjeros, y al no haber mucha acción… pues eso, que no gusta.
Ángel Lapresta: Cinéfilo del siglo veinte 
No se como puedes mezclar al gran Homer Simpson con toda esa chusma ;-)
Me gustaMe gusta
Y menos que menos mezclar a Batman ;)
Veremos porque a mi toda esa historia (que vi media hora) me sonó a mucha argucia y poco sentimiento, veremos si sigue así, o cambia en la otra parte de la peli :D
Me gustaMe gusta
Ya disculparán ustedes que haya tocado a sus ídolos :/
Me gustaMe gusta
Antes que nada, debo aclarar que ninguno de los personajes que mencionaste me cae demasiado simpático, así que la mención de Homero (¡Simpson!), no me resulta ofensiva en lo personal (mucho menos el resto, jaja). Lincoln es el héroe de la Patria, cada país tendrá los suyos, y los colegios se encargan de proyectar un discurso romántico y, por lo general, repulsivo. Creo que Spielberg se suma a la lista de educadores chatos y no se permite arruinar una figura que, a mi gusto, es demasiado oportunista y tramposa, así como su apariencia se me hace totalmente engañosa.
Por suerte, aunque Estados Unidos tiene personajes más divertidos (ninguno como Reagan o Roosevelt para llevar al cine), Spielberg no aburre. Al menos a mí, creo que su Lincoln es bastante comestible. Acá hay unas galletitas llamadas Lincoln, no sé si se distribuyen más allá de las fronteras o de dónde son, pero son bastante feas. Al menos, uno puede tragarse la película sin dificultad, así como se traga el versito de siempre. Y está bien, no nos olvidemos que en algún momento, el cine ha servido como propaganda política (bah..).
Destaco algunos aspectos cinematográficos, estoy disconforme con otros, pero en general no me parece una película catastrófica. ¿Prescindible? Y, no sé bien qué decir. Pero extraño al director de Munich (ni digamos el de La lista de Schindler), ese que hacía grandes apuestas, sin importarle perder un premio..
Saludos!
Me gustaMe gusta
Como puedes ver, es ironía hacia un director que sabe muy bien su oficio de entretener a niños y mayores, y además domina el marketing como nadie. Personalmente las biografías en general me resultan manipuladoras, a favor o en contra (sí, soy un escéptico irredento).
¿“Ese que hacía grandes apuestas, sin importarle perder un premio”?. No lo recuerdo!!. Otra cosa es que por ir de “autor” se haya pillado los dedos alguna vez.
Saludos y gracias por tu opinión.
Me gustaMe gusta
Yo la he visto esta tarde, y tengo que confesar que me he aburrido como una ostra. Lamento no saber dar más explicaciones ( me faltan conocimientos técnicos, y quizá conocimientos de los otros, sin más ) , ni saber lo que le falta o le sobra a la película ( quizá ritmo, emoción, no sé) , pero que yo me mire el reloj varias veces a lo largo de sesión, es un mal síntoma.
Al menos algo ha tenido bueno, que esta noche pasada he dormido poco y mal, y he aprovechado para darme una cabezadita, y porque iba acompañada, que si no, igual termino roncando.
En fin, que a mi modesto entender, también los directores famosos que en alguna ocasión nos han hecho disfrutar con su cine, a veces meten la pata.
Saludos.
Araceli
Me gustaMe gusta
Yo tampoco tengo conocimiento. Solo me gustan o no, me emocionan de alguna manera o no (y en las emociones no entra el aburrimiento eh!), ya ves que me la he tomado a «chanza y chacota». Salud, que hacía tiempo que no aparecías por estos submundos ;)
Me gustaMe gusta