«Sicko«, es una de esas películas documentales –o seudo documentales– a las que nos tiene acostumbrado Michael Moore, más preocupado en salir guapo en la foto, que en el rigor de sus reivindicaciones, o al menos en la forma de exponerlas. Error que flaco favor le hace a la causa, que acaba defendiéndose sola, por puro sentido común.
En este caso no es menos, el film ya es del año 2007, –dato interesante, porque todavía éramos felices, y no había epidemia de crisis–, pero ahora, desde aquí, la vieja, la racional Europa, empieza a tener verdadera vigencia.
Moore denuncia cómo en los paradisíacos Estados Unidos, la sanidad y la industria farmacéutica son un fantástico negocio a costa de la clase media (la alta no tiene problema y la baja se muere sin molestar). En su estilo provocador y panfletario, compara los sistemas públicos (que no gratuitos), financiados a través de los impuestos, y por tanto universales, de países como Gran Bretaña, Francia, incluso Cuba, con los de su país. Para el controvertido director, todos son más humanitarios que el suyo propio. Donde el sistema (privado) es gerenciado siempre desde una filosofía ultra capitalista, donde lo que importa es el beneficio y donde no hay pacientes, sino clientes.
Hoy y ahora mismo, –de aquí mi comentario–, en esta vieja y racional Europa se está produciendo una invasión «neocon«, que con el sonsonete de la sostenibilidad, parecen decididos a terminar con la molesta socialdemocracia, que tantos negocios parece que jode a los «emprendedores«. Y lo malo es que son los que tienen el poder, y son los que tienen el apoyo del sistema americano, y son los que acabarán con esa síntesis entre el capitalismo más cruel y el comunismo más duro, que es -o fue- el mal llamado estado del bienestar, que algunos desgraciaos, apenas hemos llegado a intuir.
Errores, estafadores, zánganos, ha habido muchos, pero parece que ya no es tiempo de corregir, es tiempo de desmantelar, si no espabilamos. Y aunque Michael Moore sea un descuidado cinematográficamente, aunque políticamente no conozca la sutileza, y aunque sus falsos reportajes se reconozcan a una legua… yo qué voy a decir, si cojeamos del mismo pie… del izquierdo.
Película completa en Youtube… mientras dure.
Ángel Lapresta: Cinéfilo del siglo veinte 
Acá no es muy diferente eh!!! La voy a ver igual, aunque me imagino cada cosilla que dice, que somos pocooos, y… le sabemos las vueltas al dinero ;)
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En ésta no llorarás… te pondrás de mala leche :)
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Es cierto, yo cuando la vi me puse de muy mala leche aunque no tanto como debiera porque como he trabajado como telefonista de una de las aseguradoras número uno de allá pues como que sabía la basura de sistema que tienen. A pesar que comparto cosas que dices de Moore, a mí el tipo me gusta porque es un maestro del «dedo en la llaga» fijate que no habla de la falta de seguro o igualdad, digamos, del sistema sino de cómo a pesar de estar asegurados tampoco estás seguro, una paradoja descomunal y en eso le doy la razón porque es increíble cómo eso lleva a la crueldad. Allá imaginate que tienen que llamar para ver si una determinada póliza cubre o no lo que están por practicar por lo que a veces te llamaban por cirugías de emergencia y entre que le pedías los datos y le tirabas la lectura de la póliza muchas veces me preguntaba si el tipo ya no estaría muerto al colgar yo la llamada!!!
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Gracias Pabela, tu testimonio para mi, es realmente más valioso que el de Moore. No es que me disguste Michael Moore, pero preferiría que los temas que toca, que son incuestionables desde mi punto de vista, también resultaran incuestionables para quien viera sus películas, y no pudiera ser tachado de exageración o partidismo interesado, por su forma de contar. Parece más interesado en epatar, que en concienciar, con lo que no convence más que a los que ya estamos convencidos.
Lo que tú aportas desde la perspectiva de una simple trabajadora, en cuatro líneas, es más demoledor.
La situación que tenemos aquí ahora, es el brutal cambio de modelo justo hacia el americano, y eso al final acabará violentamente, si alguien no pone algo de cordura.
Un abrazo y gracias de nuevo por tu importante información.
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