Que bello es vivir

que-bello-es-vivir.jpgDIRECTOR: Capra, Frank
PAIS: USA
AÑO: 1946
DURACION: 128 min
INTERPRETES: James Stewart, Donna Reed, L. Barrymore

El final de la segunda guerra mundial, acabó convirtiéndose en un problema para la sociedad americana. Los que se quedaron, vieron como su próspera economía bélica, volvía a unos cauces civiles, menos “oportunistas”. Los que regresaban, se encontraron rechazados por un sistema, que ya se había acomodado a su ausencia.

Estas situación, provocó: al gobierno, el temor por una nueva recesión; a la población civil, el aferrarse en un insolidario ejercicio de acaparamiento; y a los ex-combatientes, el hundimiento en el desánimo.

Y en esta situación, se encontraba también en 1946 Frank Capra, quien, lejos de mostrar su –más que probable– frustración, por el giro ultra capitalista y la fría acogida a los soldados, por parte de la población, realiza “Que bello es vivir”.

Como de costumbre, “el abuelito” Capra, hace una atrevida apología de la religión, del americanismo, o de su militancia política demócrata. Con sus formas amables e ilusoriamente optimistas, reivindica la necesidad de una política social (muerta con Roosevelt); de una fe cristiana donde apoyarse los débiles y los pacíficos; y sobretodo, de la integración del individuo como parte imprescindible del grupo.

Sin embargo, la guerra había cambiado los gustos del público: de los que estaban y de los que llegaron. De esta forma el film fue un desastroso fracaso, que hizo quebrar a su productora, siendo absorbida por la poderosa Paramount.

No obstante, hoy, todo este cúmulo de buenas intenciones, magníficamente expuesto por Capra, y ambientado en una fría Navidad, hace de “Que bello es vivir”, la película idónea para suavizar y animar conciencias, en tan espirituales fechas.

Como anécdota queda, el olvido de la nueva propietaria, de renovar los derechos de autor de tan “insignificante” película. Lo que desde 1974, es aprovechado por la TV de todo el mundo para emitirla gratuitamente, recuperándola y convirtiéndola en un clásico de la Navidad.

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