Por estas fechas, ahora hace cuarenta años se estrenó una de esas películas con las que acostumbra la industria hollywoodiense a dejarnos boquiabiertos, demostrar que ellos son lo más de lo más, y ya de paso hacer dólares por un tubo. La película que me refiero fue «El padrino«.
Pero por aquí, en aquella época estábamos muy ocupados en menesteres polítiqueros, esperando que el general se dignara abandonar este mundo de una vez, como cualquier mortal. Así que lo que procedía era apuntarse a la contracultura, a la contestación y rechazar de plano cualquier producto, idea o discurso que proviniera del imperialismo americano.
El éxito de taquilla y la continuación de la saga dos años después, parecían confirmar que la decisión de no ver aquellos infames productos capitalistas era la correcta.
A raíz del veinticinco aniversario de su estreno, se editó en VHS (que en paz descanse) un pack con la trilogía completa. Mi encantadora esposa tuvo a bien regalarme uno (nunca sabré si con un punto de ironía). De esta forma vi por primera vez, y ya apaciguados los demonios de juventud, la familia de Don Corleone, un cuarto de siglo después de su estreno y de mi enérgica repulsa.
Efectivamente, era uno de los típicos productos de Hollywood, pero visto ya sin prejuicios, –en realidad, sin tantos prejuicios, porque aun me quedan muchos– la película pasó a ser directamente, una de mis preferidas en la historia del cine.
Hoy otros quince años mas tarde, y a modo de homenaje en las fechas de su cumpleaños, se me ocurre pensar qué opinión tendría si la hubiera visto en el momento de su estreno, con toda la predisposición del mundo a satanizarla. Posiblemente ya nunca me habrían hecho el regalo, y hubiera quedado condenada de forma totalmente irracional. ¿A cuantas les habrá pasado eso?.
Ahora, con la moda de interactuar (que palabra más cool) en las redes, en los blog, o en las webs especializadas, de calificar, opinar y hasta diseccionar un film, con todo el atrevimiento y libertad que nos da la falta de compromiso, ¿qué estamos juzgando?, ¿nuestra opinión se basa en las imágenes que estamos viendo, o son nuestras circunstancias las que dictan sentencia?. Como entretenido, es muy entretenido, pero no nos lo vayamos a creer demasiado. Seguro que en otro momento opinaremos diferente.
Una trilogía que nació justo cuanto debía. Antes o después hubiera acabado en el olvido. La mejor, para mi, la segunda. La tercera me gustó que conste.
Un abrazo Ángel.
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Pues por mi, le faltó poco jaja. Y sí, la segunda también me gustó más, aunque claro, es jugar con ventaja, las vi las tres seguidas. Saludos y gracias por la visita
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Y clarooo!!! Nunca estamos afuera de las circunstancias, es parte de lo subjetivo!!! Y que bueno que todavía te queden un poco algunos prejuicios, jajaja de esos buenos, ¿puede haberlos buenos? Bueno, en fin, vos me entendes. jajaja (creo).
Coincido con ambos, la tercera es la más floja. Pero de las otras dos, no sé cuál elegiría.
Saludines :D
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Ya no me queda de casi nada, pero prejuicios sí, que son muy cómodos, te evitan tener que pensar. :D
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