El director alemán de ascendencia turca Fatih Akin, pocas veces defrauda con su cine, siempre audaz y comprometido con la causa de la xenofobia, representada en su caso personal, por la sufrida por inmigrantes del sur, en el país germánico.
En su trabajo “En la sombra” (Aus dem Nichts), nos cuenta la historia de una mujer (alemana) que ve como un grupo perteneciente a la renacida ideología neonazi en toda Europa, acaba con la vida de su marido (turco) y el pequeño hijo de ambos, en un brutal atentado con explosivos, en un modesto barrio hamburgués, mayoritariamente habitado por ciudadanos de esa nacionalidad.
Este hecho, resulta cada vez más cotidiano lamentablemente, por lo que su relato tampoco tendría otra consecuencia que la de dar un testimonio más de intolerancia. Así que, es en su desarrollo posterior, cuando el film cobra la mayor relevancia.
Una vez identificados y detenidos los terroristas, estos son sometidos al pertinente juicio —como en todo estado de derecho—, pero aquí es cuando la imperfección de la presuntuosa justicia llamada democrática, es puesta en entredicho. La capacidad de los abogados, el frío tecnicismo del jurado o los medios puestos a disposición de los acusados por los grupos de poder internacionales, impulsores de los nuevos partidos de ultraderecha, hacen que el juicio termine de forma decepcionante; en la que el ingenio profesional de los letrados acaba primando sobre el espíritu de la ley. Por lo que, como siempre, los delitos hábilmente defendidos quedan impunes con demasiada frecuencia.
Hasta aquí, sería el relato de la historia, por supuesto ficticia, claro. Ahora comienza a manifestarse la impotencia de la madre y esposa, que se ve ninguneada y menospreciada por unas leyes más formalistas que efectivas. Comienza la búsqueda desesperada de ¿justicia? ¿venganza?.
Un final que dejará al espectador vacilante, entre la cerebral actitud que establece la civilizada educación recibida, y la empatía con la respuesta emocional de cualquier ser humano.
Ángel Lapresta: Cinéfilo del siglo veinte 
Cuando la justicia defrauda a alguien, ¿qué le queda?
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