
Creo que lamentablemente me he perdido los últimos trabajos de Jason Reitman, me quedé en la magnífica (parece que magnífica solo para mí) «Young adult«, y de eso ha pasado ya tiempo, aunque yo no me haya enterado. Añadir solamente que mi gusto por la forma de expresarse del director canadiense, y mi admiración hacia Charlize Theron, me hacían esperar con interés esta película, «Tully«.
Pues eso es lo malo: excesivas expectativas, igual a decepción inevitable. Aunque el film tiene el sello de Reitman, con esas especie de comedias de sonrisa triste, en las que dentro de un diseño complaciente, destilan lo más amargo de esta sociedad que nos pensamos acomodada y que para la mayoría resulta ser solamente consumista y conformista.
En este caso, el guión nos conduce por el increíble —increíble para el género masculino— mundo de la depresión posparto, o algo así se llama la constatación de la heroicidad de la mujer trayendo al mundo a los hijos. Y Reitman, apoyado absolutamente en la Theron, no lo hace mal. Creo que hace tomar una conciencia feminista, lejos del movimiento folclórico que se lleva últimamente, obviando reivindicaciones manipuladas, oportunistas y politizadas; y haciéndonos aterrizar en la gris realidad de la esposa decepcionada, el marido utilizado y unos hijos criados por internet.
Pero a pesar de que la temática resulte francamente interesante, la realización no acaba de resultar. El centrar todo el peso en el personaje de la protagonista, sin profundizar en el resto del elenco, reduciéndolos a estereotipos manidos y tópicos, hace la reivindicación, como siempre que se omiten matices, si no poco convincente, sí un tanto exagerada formalmente.

Leía hace unos días que Scarlet Johansson había rechazado un trabajo en el que debía interpretar a una mujer transexual, aduciendo que si había actrices trans, por qué debía ella suplantarlas a modo de aquellos blancos racistas que se pintaban de negros en los comienzos del cinematógrafo. Este brillante razonamiento se me ocurre para el film de Reitman. ¿No había ninguna mujer dispuesta a dirigir este tema tan femenino, desde un punto de vista, pues eso, femenino?. Sinceramente, pienso que me hubiera resultado más conveniente… y seguramente más contundente contada desde la experiencia.
La vi los otros días, vengo atrasada con las pelis de 2018, aunque ciertamente me importa un bledo porque voy a mi ritmo. La cosa es que me gustó mucho, quizás porque le encuentro el tono femenino al relato. La guionista, leí por ahí, es una mujer que dió a luz a su tercer hijo, como en la cinta.
Y el desenlace, me pareció, como mínimo, atractivo. No me lo veía venir.
Así que ahí está entre las que más me han llamado la atención, del año pasado.
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