
Quince de agosto, festivo, punto cardinal del verano mediterráneo, cuando las playas se llenan y las ciudades se vacían. En Italia lo llaman el «ferragosto«. Con estos ingredientes tan sencillos y cotidianos, en 1962 Dino Risi rodó, sin duda, su mejor trabajo, «Il Sorpasso» («La escapada«, en las carteleras españolas).
¿A qué viene esto ahora?. Pues tendré que confesar que raro es el año que por estas fechas no vuelvo a ver este prodigio de comedia. Rodada con pocas más pretensiones que las de entretener, de hacernos soñar desde la pantalla lo que no viviremos en la realidad; sin connotaciones ni políticas, ni sociales, moralinas las justas, y que sin embargo refleja de forma invisible y amable, como solo cabe dentro de la comedia, las diferencias sociales y políticas, incluso la moralidad de una sociedad determinada y un tiempo determinado. ¿Contradicción?.
Quizás, la vida es pura contradicción, entre lo que se teoriza y la realidad material que nos rodea y a la que pertenecemos. Pero durante el film, solamente estaremos con sus protagonistas «de puente«. Las conclusiones, si nos apetece, ya las pensaremos después,
La forma natural, aparentemente sencilla de contar del director italiano, nos hace ver las distintas formas de afrontar cada uno su realidad. El azar hace coincidir a un vividor cuarentón (Vittorio Gassman), que convence a un joven estudiante (Jean-Louis Trintignant), para que aparque sus estudios de derecho por un día, y huyendo de la soledad de una Roma desierta, se abandone a la vida de evasión que suponen las, desconocidas para él, vacaciones en las playas de moda.
Durante su «road movie» particular, todo un mosaico social se irá revelando a nuestros protagonistas, y naturalmente a nuestros ojos curiosos, que completarán perfectamente la idiosincrasia de un tiempo y un lugar.

Con los dos geniales actores, nos vamos de viaje, de vacaciones durante hora y media al mundo del ocio y la aventura, que deja atrás problemas y preocupaciones, que finalmente acaban revelándose absurdos. La vida es solo un instante que no vuelve. Que no se escape.
Esto de el sorpasso, que entendíamos como la pugna Podemos – Psoe, algunos de nuestros políticos ya sabían que era irse a la playa en agosto, y así lo han hecho los puñeteros !!
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amo el cine clasico yo colecciono peliculas gracia spor compartir su buen blog att
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