
Una película de viejos, para viejos. Suena fatal, pero el resultado me ha parecido más que notable. Seguramente porque me encuentre entre el público al que va dirigida. Que le vamos ha hacer.
La historia contada por el director Andrew Haigh, de forma sencilla e intimista, huyendo de las ñoñerías propias de estos filmes, nos presenta a una pareja mayor a punto de celebrar sus «45 años» de feliz matrimonio.
Un acontecimiento imprevisto, desencadenará la revisión del tiempo pasado, de alternativas perdidas, de los verdaderos sentimientos en la vida en común. El estado de feliz matrimonio, irá dando paso a un duro realismo, al sacudir las sombras de las viejas frustraciones reprimidas, de los sueños ocultos en el pasado, sacrificados a una convivencia educada y tolerante.
El guión linealmente expuesto, ya deja en evidencia una vida matrimonial, más dirigida por el acuerdo común, encaminado a una asociación civilizada y aceptada tradicionalmente, que por unos sentimientos apasionados que quedaron enterrados en la juventud.
Pero hay que hacer hincapié en la magnífica interpretación de Charlotte Rampling, que con su sola mirada nos cuenta otra película que no aparece en la pantalla. Sutil y magistralmente, nos transmite la sensación de haber pasado toda una vida como una simple comparsa de segunda fila.
Cómo el convencionalismo socialmente correcto, mata la espontaneidad de los sentimientos, y acaba haciéndonos reflexionar sobre la verdad del mito de la pareja. En general… y sobretodo, en particular, como no.

jajajajajajajajja que buen remate ;)
Me encantó la peli. No vi tantos convencionalismos, como si silencios compartidos y entendidos. Bueno, parece que no todos.
El desayuno que se pegó la protagonista a mitad de película no tiene vuelta atrás. La sinceridad, aunque duela, tampoco.
La verdad, menos.
Ahora hay más divorcios, quizá te refieres a ese convencionalismo de dejar pasar los años por el que dirán, donde siempre, casi, siempre, la perjudicada era la mujer.
Ahora nos hemos ido para el otro lado, y ya no te aceptan ni crecer que ya se rompe en vínculo. Cómo decirlo, ma si, que tu me entiendes.
Pasa en las parejas, pasa en las políticas, a grandes dictaduras le siguen grandes libertinajes (al principio con miedos si, pero luego bien sueltos). En la pareja, de la conformidad absoluta, se pasó a la desconfomidad por todo que no acepta una mínima diferencia, ni practica la tolerancia.
En fin.
Linda película, tensa, realista.
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Has escrito más que yo.
Convencionalismo = Acomodo a una situación que elude el conflicto tanto personal, como (antes) social.
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