
Dicen en este documental que «La sal de la tierra» es el ser humano, evidentemente esta afirmación viene de otro ser humano, claro. Win Wenders, que hace un tiempo anda en esto de los documentales, aborda en éste la figura sobradamente conocida en el mundo de la fotografía —más allá, no lo sé—, del fotógrafo brasileño Sebastiao Salgado.
Un fotógrafo con formación de economista e ideología social, que recorrió el mundo tratando de documentar las mayores calamidades que el hombre infringe al hombre. Desde su país natal, hasta cualquier punto del tercer mundo donde las personas mueren masivamente, allá donde la vida se convierte en pura esclavitud del hambre. Fue una etapa que marcó prácticamente toda su vida profesional como un fotógrafo comprometido en la lucha social y contribuir a denunciar las enormes desigualdades de un sistema donde la única ética es la codicia.
Ya en su última etapa, con la edad más avanzada, su última deriva va hacia el medioambiente, deja atrás sus hambrunas, sus éxodos, guerras y a sus seres desvalidos, para embarcarse en proyectos menos conflictivos, con bichos, árboles y montañas.
Salgado ha sido reverenciado por documentar sus macro proyectos humanitarios, pero también ha tenido sus detractores, al ser señalado de ensañamiento con el dolor, para conseguir sus propósitos, al centrarse únicamente en las catástrofes del tercer mundo. La estética de la miseria. Y en parte (esto es opinión mía), a pesar del indudable fin que mueve al autor, y el ingente trabajo que supone, el frecuente recurso de conseguir la imagen más bella en medio del infierno —según los cánones más clásicos—, no ayuda a concienciar a quién la ve. Un exceso de pictorialismo, unas imágenes cargadas de barroquismo, o un persistente y a veces injustificado blanco y negro, nos privan de la suficiente cercanía para sumergirnos en el auténtico drama.
La fotografía de la mencionada última etapa paisajista, le exime de esa responsabilidad de la triple comunicación entre fotógrafo, fotografiado y espectador. Basta con que aquello quede bonito y ecológico.
En cuanto al prestigioso director Win Wenders en su faceta de documentalista, poco que resaltar, nada novedoso, al menos deja el protagonismo a sus dueño; desliza el film a lo largo de las duras fotografías, para terminar con el proyecto ecologista, dejando que sea la propia obra de Salgado quién nos entusiasme o nos deje indiferentes.
Parece que queda claro que fotográficamente, a mí no me entusiasma demasiado el brasileño.
(Para ver la galería click en la primera imagen)
Ahora me diste algo de miedo verla, por la crudeza que puedan tener las imágenes digo.
Me gustaMe gusta
Nada que no hayas visto ya
Me gustaLe gusta a 1 persona
Ok, la veré!
Me gustaMe gusta
Toda una institución el señor Salgado ! Desde luego no se puede decir que sus fotos sean minimalistas. En la mayoría parece que ha metido dos o tres fotos en una. Pero en estas últimas es capaz de aportar una visión personal de esos sitios de los que hemos vistos ya montones de fotos (pingüinos, selvas, nieve, desiertos ..), lo que no es poco.
Me gustaMe gusta
Lo dicho, respeto profundamente su trabajo, pero no me llega. Y los últimos paisajes con bichos, menos.
Me gustaLe gusta a 1 persona