Foxcatcher

Foxcatcher
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La frustración desencadenada a partir de unas relaciones materno filiales fallidas, la impotencia de no alcanzar los objetivos anhelados, o la necesidad de liderazgo por personas incapaces de ejercerlo, generan engañosas figuras, que suelen retratar muy bien en la gran pantalla. La situación la hemos visto, sobretodo, referida a religiones y sectas, a clases aristócratas con sus siervos, a la milicia o la política. Aquí, en «Foxcatcher«, le toca al dinero.

Para que se sostengan estos falsos líderes, han de contar con sumisos discípulos, lo más simples posible intelectualmente, que no duden de la protección de ese supuesto ser superior. La mutua dependencia tanto del poderoso como del poseído, convertirá sus vidas en un círculo hermético, con sus derivas sexuales incluidas, (¿o solo me las han parecido a mí?).

Con la excusa —o la metáfora— del deporte, tema al que parece abonado junto a las referencias biográficas, el director Bennett MillerMoneyball«, «Truman Capote«), a través de una historia de un supuesto equipo de lucha olímpica, nos desarrolla la enfermiza personalidad del falso poderoso, que su única posibilidad de estar en la pomada, es comprar la pomada. Por otra parte, la del débil mental, excelente deportista, pero inseguro, siempre a la sombra de su hermano mayor, y falto de una figura externa de referencia que le apoye en sus carencias emocionales. Y como contraposición, la personalidad equilibrada del hermano de éste último, que en su pragmática existencia, se debatirá entre los celos y complejos de uno y otro.

La tragedia shakesperiana —por cierto, teñida de un ridículo componente patriotero—, nos cuentan que está basada en un caso verídico. Me da igual, realidad o ficción, la tenemos presente en todos esos traumas que por mucho que nos pese, llenan —o mejor, vacían— nuestro universo emocional.

La voz de su amo
La voz de su amo

El tratamiento de conductas alteradas por relaciones psicológicas conflictivas, no es precisamente muy novedoso en el cine, aunque nunca deja de ser interesante. El amor/odio entre dominante y dominado que nos conduce directamente a la tragedia griega, lo hemos visto frecuentemente, y lo seguiremos viendo porque parece algo inherente al ser humano.

Cinematográficamente, apuntar el salto de calidad del director con sus anteriores trabajos (a fe mía), y la magnífica interpretación de los tres protagonistas, Steve Carell, Channing Tatum y Mark Ruffalo. Una fotografía correcta y un ritmo acertadamente lento (o sea, «aburrido«), que nos permite ir más allá de la anécdota deportiva, conforman un trabajo francamente digno.

2 respuestas a “Foxcatcher

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