En construcción vs Biutiful

En construcción vs Biutiful
En construcción vs Biutiful

El documental «En construcción» (2001), dirigido por José Luis Guerín, relata la vida de las personas que viven en un barrio de esos moribundos que existen en todas las ciudades del mundo. Éste concretamente es el llamado popularmente «El chino«, en Barcelona.

Aprovechando la construcción de un edificio de nueva planta, la cámara se introduce en la obra, desde donde la película forma parte documental del cambio, no solo arquitectónico y urbanístico, sino, sobretodo, social.

Desde la privilegiada atalaya que supone el entramado del edificio en construcción, (donde, por cierto, nos muestra de forma magnífica cómo se realizan los oficios, algo que se agradece en el cine, y que habitualmente se sustituyen por elipsis), vemos un mundo que se va transformando en pasado, que desaparece, como desaparecieron los mundos que le precedieron allí mismo.

Aquella burguesía que con su poder adquisitivo, su refinada educación hipócrita y su bien aprendido concepto de clase, mantuvieron el centro de las grandes ciudades como coto privado, con el paso del tiempo fueron desplazándose a zonas más confortables.

El deterioro, el abandono, la falta de mantenimiento y los consiguientes bajos precios, atrajeron a la población marginal —o marginada—, la prostitución, las drogas, la inmigración, junto con los inquilinos más antiguos que no tuvieron el privilegio de poder abandonar sus deterioradas viviendas, fueron sus nuevos ocupantes. El barrio, envejeció junto a sus vecinos, y ahora ya no son atractivos, ni barrio, ni vecinos. Nada nuevo.

Pero, como una espiral del tiempo, la ubicación de la zona vuelve a ser codiciada. Pero eso sí, con una renovación total. El film, en forma de profunda metáfora, nos cuenta cómo las nuevas construcciones y la nueva planificación urbana, acabarán (están acabado ya) con los últimos habitantes de los populares y míseros «barrios chinos” de cualquier sitio. Y como a los nuevos burgueses y piji-progres, les molesta lo viejo, hay que retirarlo de la vista… y la vida siempre se vuelve vieja. Y esto no sé si es bueno o malo.

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¿Porqué la comparación con el film de González Iñarritu (“Biutiful) a estas horas?. Porque sí, además de por ejemplo (porque haber, hay muchos más). Puestos juntos —algo que a algunos les provocará desgarro de entrañas—, vemos las diferencias con las que se pueden retratar a las personas. El tema es recurrente en el cine, lo que aquí trato de señalar solamente, son los distintos objetivos de unos trabajos y de otros.

Ambas películas están rodadas en similares lugares. Una nos muestra una clase social marginal, desde un punto de vista sosegadamente humano. La otra, aprovecha esa marginalidad, para construir extravagantes historias, aislando los sucesos más macabros, con el único fin de contentar el morbo del espectador.

El cine de los valores, de la reflexión, de la sensibilidad, frente el espectáculo gratuito —perdón, de pago— de los más bajos instintos. Por cierto, de los que todos hacemos disimulo bajo la alfombra de la educación.

4 comentarios sobre “En construcción vs Biutiful

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    1. Te puedes pasar por allí, o más cerca, por el casco, o el gancho, o Pignatelli, de por aquí.
      Cambio a medias, con unos y otros viviendo, pero sin convivir, y obra nueva vacía en manos de bancos y el Sareb, procedentes de embargos, esperando subida de precios, junto con ruinas que se caen.

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