Hace dos años Derek Cianfrance, se aventuró con su película «Blue Valentine«, y como excelente producto, obtuvo algunos premios, algunas nominaciones, y algunas palmaditas en el hombro. Después de este tiempo, (si no me equivoco), parece que ningún distribuidor ha visto la necesidad de estrenarla por estos lares. Así, que en vista del futuro que le espera por los mundos de la pantalla grande, nos conformaremos con los distribuidores «independientes» de la pantalla pequeña, con permiso, o sin él, de las nuevas leyes de persecución de la cultura.
El film, sencillo en su forma, ahonda en una serie de conflictos, tan terrenales, que a poco que tratemos de explicarlos, estaremos hablando en algún momento, de parte de nuestras vidas, siempre que tengamos vidas, claro está.
La película, con continuos y acertados flashback, nos sumerge en la convivencia actual de una joven pareja, atravesando una de esas inevitables crisis que aparecen cuando aparecen, y ahí se quedan. El razonamiento del conflicto queda abierto al espectador, a través de las distintas circunstancias del pasado, que mediante los mencionados flashback, nos va informando perfectamente el guión.
Una primera conjetura, basada en la existencia de una hija de una relación anterior, subyace continuamente en la relación de pareja por ambas partes, aunque tratada con la mejor de las diplomacias, callando y tratando de obviar lo obvio.
También la diferencia social influirá en un progresivo distanciamiento en sus gustos y en sus metas. Diferencia que no existía años atrás, cuando ninguno de los dos era nada, ni nadie. Uno siguió por su camino, y el otro quedó en el suyo.
Y por último, y la interpretación que a mi gusto más me interesa, es el retrato del desamor, simplemente. ¿Influido por las circunstancias anteriores?. Que duda cabe. Pero es igual, en otras distintas, el desenlace acabaría siendo similar.
La repulsión de una magnífica Michelle Willians, ante una relación carnal con alguien a quien ya detesta, resulta espeluznante. Por su parte, la decepción de verse rechazado, se intuye demoledora en el protagonista masculino (Ryan Gosling).
Me quedo pues con el universal tema del desamor, que el resto de acontecimientos, en cada casa son muy particulares. Y en cuanto al film, esperemos que la próxima vez, su director tenga más suerte por aquí con la industria del entretenimiento, porque con la de la cultura, lo tenemos claro.
Me parece una película maravillosa Ángel. Llena de realismo descarnado. La vi a principios del año pasado y se me quedó. Tanto que la elegí en segunda lugar de mi lista de 2011. Lo mejor los actores. Yo me quedó con la parte romántica.
Un abrazo.
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La he vuelto a ver despues de meses y me ha gustado más todavía. Aunque el inexpresivo Gosling no es santo de mi devoción, ya lo siento.
Saludos y gracias Emilio
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Una película minimalista y bastante acertada. El retrato sobre todos estos conflictos que como dices, aparecen cuando aparecen y ahí se quedan, está perfectamente logrado. Alcanza una credibilidad absoluta. Michelle Williams está magnífica.
Saludos, Ángel.
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Me alegra coincidir en lo de Michelle y en el resto. Gracias y saludos
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Angel, me he pasado para saludarte. jiji.
Es que no puedo decir nada porque la pelicula aun no la he visto y todos me la recomiendan. Te he leido levemente por encima para no chafarme la historia y tengo claro que tengo que verla ya si o si.
Cuando lo haga me vuelvo a pasar.
Saludos!
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Pues saludos también, y espero tu opinión a la vuelta de verla, porque yo también te la recomiendo. Saludos
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