DIRECTOR: Malle, Louis
PAIS: Francia
AÑO: 1987
DURACION: 100 min
INTERPRETES: Gaspar Manesse, Raphael Feito, Francie Raceite
Regresa Louis Malle a Francia, después de una década, para filmar un proyecto que hacía tiempo pretendía, cuyo tema había sido la causa de su exilio. Y ningún sitio como su propio país para reivindicarlo.
En la línea de “Lacombe Lucien”, el film “Adiós muchachos” se localiza en plena guerra mundial, y en medio de una Francia dividida, territorial e ideológicamente.
Con ciertos tintes autobiográficos, Malle desarrolla su historia, sin salir de un internado católico, durante la ocupación nazi.
El descubrimiento por parte de un niño, hijo de familia acomodada, de la existencia clandestina de compañeros suyos judíos en el colegio, hará imponerse el sentido de la amistad y la lealtad, a las extrañas e incomprensibles persecuciones antisemitas.
La naturalidad con la que durante toda su obra ha tratado Louis Malle los temas más escabrosos, parece aquí querer aclarar, que no deja de ser la natural visión infantil, limpia y exenta de prejuicios (con una clara referencia a “Un soplo en el corazón” en la relación materno filial). Tampoco aquí emite ningún juicio de valor sobre nadie, no hay ni buenos ni malos, sólo el azar,… o las circunstancias.
Los problemas con los judíos, la camaradería de los muchachos o el incauto colaboracionismo de los menos privilegiados, junto con la posición de la iglesia, valiente y firme en su postura humanitaria (que nos recuerda a ciertos sectores del tardo franquismo en España), confirma una actitud, quizás no tan directamente provocadora como en otras ocasiones, pero tan sólida como para redondear definitivamente la obra del polémico director.