DIRECTOR: Buñuel, Luis
PAIS: Francia
AÑO: 1974
DURACION: 104 min
INTERPRETES: Michel Picoli, Julien Berthan
Buñuel hizo realidad con ésta película su propósito de realizar un film completamente libre, en el que los personajes no asoman a la pantalla mas que unos pocos minutos, eliminando los elementos temáticos de la narración y evitando la continuidad de un grupo como protagonista.
Como dice en el film uno de sus personajes, se trataría de «una celebración del azar». Debe tenerse en cuenta que, para el director, una de las principales enseñanzas que obtuvo en su estancia con el grupo surrealista fue la de que el hombre no era libre: solo lo era su imaginación.
La sistemática de la narración se ramifica continuamente, alejándose de cualquier argumento coherente, Buñuel corta las acciones en lo mas interesante, enturbiando de forma muy consciente la transparencia del relato y subrayando la dependencia del espectador respecto al cineasta, poniendo en evidencia el carácter fantástico de nuestro concepto de libertad.
Con ésta formula atrevida y hasta irrespetuosa para con el espectador, Buñuel, dejándose llevar por sus impulsos oníricos, repasa sin ningún pudor los prejuicios que sostienen e impulsan la moral convencional.
Parece querer volver con ésta película, de una forma decidida, a su primera etapa del mas puro surrealismo, como deseando realizar la obra que entonces, por motivos económicos e incluso técnicos, no pudo conseguir, y es éste, quizás, su trabajo mas completo dentro del genero.