DIRECTOR: Welles, Orson
PAIS: Francia
AÑO: 1962
DURACION: 120 min
INTERPRETES: Anthony Perkins, Jeane Moreau, Orson Welles
De vuelta de su corta estancia en los Estados Unidos –donde solamente rueda la magnífica “Sed de mal”–, Welles emprende una producción con nacionalidad italiana, basada en la obra homónima de Franz Kafka, “El proceso”.
Contando con un bajo presupuesto, se atrincherará en la vieja estación parisina de Orly, a la que exprimirá genialmente, para obtener los decorados opresivos y terroríficos, que ambientarán perfectamente las obsesiones del tándem Kafka-Welles.
El film, sigue el relato del escritor checo, en el que el anodino y gris Mr. K, es detenido e inculpado, no se sabe por que delito. El dilema será, que una vez enredado en la maquinaria de la justicia, poco importará la culpabilidad o inocencia, el delito o la virtud. El desdichado Mr. K, a pesar de su tenaz resistencia, será condenado, por el desconocido delito…, y por su tenaz resistencia.
Trabajo un tanto peculiar, formalmente hablando, con respecto al resto de su filmografía, y que quizás sea el que mejor recoja la repulsa –que se desprende a lo largo de toda su obra– al abuso de poder, y los monstruos que engendra. Un terror a la impotencia y a la indefensión, ante las “mafias” organizadas, y cínicamente legitimadas por los surrealistas sistemas judiciales, implantados por los regímenes vigentes en cada momento y en cada lugar.