DIRECTOR: Rossellini, Roberto
PAIS: Italia
AÑO: 1948
DURACION: 70 min
INTERPRETES: Edmund Moeschke, Werner Pittschau, Barbara Hintz
Rossellini cierra la trilogía sobre la inminente posguerra con “Germania anno zero”, en la que se traslada a una totalmente devastada ciudad de Berlín, para captar, como ya lo hiciera en su país, los desastres de la contienda.
Aquí, se repiten los lugares comunes a todas las ciudades que sufrieron el paso de los ejércitos, unos y otros: destrucción, hambre y muerte.
Adoptando el punto de vista alemán, Rossellini, dentro de su habitual estilo sobrio y directo, trata de justificar al pueblo llano, que poco o nada tuvo que ver con la masacre europea de sus dirigentes.
No obstante, y en contraste con su primera “Roma ciudad abierta”, el trato a los personajes germanos, evidentemente no es el mismo. Mientras en Italia se ensalzaba el patriotismo de los partisanos, aquí se hace hincapié en la miseria de un pueblo que no ha sabido enfrentarse a la dictadura.
El resultado acabará en tragedia. Un final exagerado, contra un país y, sobretodo, contra un futuro, –representado en los jóvenes y los niños–, en el que el director italiano deja entrever una clara animadversión hacia los vencidos y su escasa confianza en su recuperación. Postura que el tiempo se encargará de desmentir contundentemente.
“Alemania año cero”, quizás represente el neorrealismo más criticado, con un guión cargado de excesos dramáticos, de situaciones deliberadamente extremadas, acabando por producir una sensación de exageración a veces poco verosímil.
Al margen de las historias contadas, las anécdotas tendenciosas o los personajes fanáticos, la habitual realización realista hasta el extremo, seguirá trasmitiendo una escalofriante parte de la historia de forma contundente y difícil de obviar.