DIRECTOR: Kubrick, Stanley
PAIS: USA
AÑO: 1987
DURACION: 112 min
INTERPRETES: Mathew Modine, Adam Baldwin, Vincent O’nofrio
Amigo de los trabajos grandilocuentes y apabullantes, Stanley Kubrick, rueda, más bien ya fuera de tiempo, (1987), su personal versión de la guerra del Vietnam.
Dividida en dos partes totalmente diferentes, tanto por su cariz, como por su calidad, el apocalíptico director, aborda de una forma directa y descarnada, la milicia de élite en los Estados Unidos.
En una primera parte durísima y plena de acierto, Kubrick, se instala en un campo de adiestramiento de marines, para describirnos ferozmente la transformación o la muerte de unos jóvenes, –ciudadanos de a pie–, en dóciles, sanguinarias y fanáticas máquinas de matar.
En la segunda parte, estos muchachos son trasladados a la guerra del Vietnam. Aquí, la película, que hasta ahora era una atroz denuncia antibelicista, se convierte en un vulgar film bélico, que nada añade a tantas y tantas versiones de tan manido conflicto. Parece que al director le faltaba una hora de metraje, y de alguna manera había que completarlo.
Quizás si el film se hubiera rodado en plena guerra, su impacto hubiera sido válido. Así, después de dos décadas, después de cientos de denuncias, mejor nos quedamos solo con la magnífica y abrumadora primera mitad.