DIRECTOR: Griffith, David W.
PAIS: USA
AÑO: 1919
DURACION: 100 min
INTERPRETES: Lillian Gish, Richard Balthenmess, Donald Crisp
Paradójicamente, el fracaso económico que supuso su gran obra por antonomasia “Intolerancia”, se convirtió en éxito de taquilla en sus películas posteriores, con una calidad muy inferior a sus dos grandes trabajos, pero ajustadas al presupuesto y al gusto del espectador medio.
Con “La culpa ajena”, alcanza Griffith, quizás, el mayor logro en el plano comercial, aunque desde el punto de vista artístico, se la puede catalogar como una “obra menor” dentro de su filmografía. Apoyada técnicamente en los recursos clásicos que él mismo venía perfeccionando: rescate en le último momento, acciones paralelas, montaje trepidante, etc.; narra como en los bajos fondos de Londres, la hija de un boxeador fracasado y borracho es atraída por el amor de un chino, y a causa de ello maltratada por su padre.
La evidente carga folletinesca que marca el desarrollo del filme, se nos aparece hoy como un recurso comercial, efectivo, pero sin ningún interés especial. Sin embargo, el logrado intimismo, los ambientes sórdidos del soho londinense, la magnifica ambientación nocturna o los miserables personajes de tan siniestra historia, marcarán un claro antecedente para el futuro cine expresionista; incluso, con presencia posterior en estilos tan consagrados como el cine negro americano, algunos momentos del mejor Hitchcok, el más actual “thriller” policíaco, y un largo etcétera .
De cualquier forma, el lenguaje que había desarrollado Griffith ya no podía dar más de sí, convertido en patrimonio del cine universal, sus obras quedarán en adelante reducidas a puros melodramas. Sin el soporte ortopédico que suponía la novedad de sus innegables avances en la sintaxis y la técnica cinematográfica, la calidad, tanto artística como comercial de sus filmes, irá declinando irremediablemente, hasta convertirse en vulgares folletines o burdas autocopias.