DIRECTOR: Hawks, Howard
PAIS: USA
AÑO: 1938
DURACION: 102 min
INTERPRETES: Cary Grant, Katharine Hepburn, Barry Fitzgerald
Dentro de lo heterogéneo de la filmografía de Howard Hawks, en la que se pueden encontrar filmes de cualquier género, destaca su trabajo en el tipo de comedia que vino a llenar la primera década del cine sonoro. Una comedia ligera y elegante, que sustituiría las carreras y los tartazos, de los que estaba lleno el cine mudo.
Como en las comedias de esta, y de todas las épocas, el fin principal del género, era el de entretener al público. Hawks, lo consigue aquí, con un argumento, cuando menos, tonto y simplón, pero que, en manos de este director, se convierte en una frenética sucesión de “gags”.
Contando, como no, con el perfecto trabajo de una espléndida Catherine Hepburn, quien da autentica vida a un flojo guión, sobre la persecución (con un cierto doble sentido), de unos leopardos, por un lado, y de un marido por otro.
Además de su ágil destreza –entre la locura de los Marx, y el refinamiento de Lubitsch– se llega a una constante de Hawks: el tratamiento de sus figuras femeninas.
Mujeres, por otra parte, que no dejarán de poner en serios aprietos y ridículos constantes , a unos hombres acostumbrados a no encontrar oposición a sus acomodadas formas de vida. Mujeres de Hawks, que será muy difícil verlas en las rutinarias y dóciles labores tradicionales del hogar familiar.