DIRECTOR: Wilder, Billy
PAIS: USA
AÑO: 1974
DURACION: 105 min
INTERPRETES: Jack Lemmon, Walter Mathau, S. Sarandon
En una de sus últimas películas, Billy Wilder aborda el remake de la obra de teatro de gran éxito en Brodway del mismo título, y que ya fuera adaptada al cine en 1940 por Howard Hawks.
Si ambos, Hawks y Wilder, respetan fundamentalmente el argumento del texto original, el cambio en el personaje del periodista obcecado por su trabajo, de mujer en Hawks, a hombre (Jack Lemmon) en el segundo, le hace perder una serie de matices en la relación mujer-familia-trabajo, centrándose Wilder únicamente, en la ética del periodismo y la política. “Primera plana” habla pues de la industria de la información y de la industria de la justicia; es decir del dinero y del poder.
Un condenado a muerte se ha fugado y es descubierto por un famoso periodista, quien está dispuesto a ayudarle, pero a condición de que le conceda una entrevista en exclusiva. Simultáneamente, se descubre que el hombre es inocente, pero a pesar de eso, se le va a ejecutar, pues para los políticos locales es una buena propaganda, de cara a las inminentes elecciones. La prensa libre, pues, tampoco queda mejor que la política corrupta: una noticia sólo es una mercancía, y la entrevista con el condenado está ahora a precio de saldo.
Como en la versión de Hawks, el trabajo de Wilder resulta una crítica descarnada, y a la vez, una buena y divertida comedia. No obstante, en esta nueva versión, aunque ambientada en los años veinte, deja traslucir las amargas experiencias de las tres décadas que las separan: un conflicto mundial, otra enquistada guerra fría o la persecución ideológica del comunismo.
La atemporalidad de la historia, de vigente actualidad, y sin embargo situada medio siglo antes, vista a través de la experiencia escéptica de Billy Wilder, parece anunciarnos que nada va a cambiar, y en caso de que haya cambios, seguro que no serán determinantes.
Ángel Lapresta: Cinéfilo del siglo veinte 